La cocaína y el alcohol en el mundo profesional

Con el ritmo de vida que llevamos actualmente, en muchas ocasiones el estrés y el agotamiento que sufrimos en nuestros trabajos nos pueden conducir a una depresión y con ello al consumo de drogas.

Cuando una persona se encuentra en una situación de estrés continuado, comienza a experimentar una serie de signos negativos como la tensión, irritabilidad, insomnio, temblor en las manos, preocupación constante, tristeza, apatía,… Algunas personas encuentran una forma saludable de paliar estos síntomas, realizando algún tipo de deporte que les ayude a relajarse y seguir con el ritmo normal de vida.

Pero por el contrario otras personas no encuentran salida a su problema y necesitan de alguna sustancia para paliar estos síntomas. Normalmente esto ocurre cuando la persona no puede controlar la situación de estrés, ni de sus emociones. De esta forma la droga le permite aliviar la sensación de malestar aunque sea por un tiempo reducido.

La repetición y el mantenimiento del consumo de drogas propicia la aparición de problemas como: discusiones familiares, ausencias laborales, aislamiento,… que a su vez ayudan a potenciar la adicción, ya que estos hechos conllevan de nuevo a la necesidad imperiosa de volver a consumir con el fin de buscar un efecto gratificante a corto plazo.

Las diferentes drogas pueden ver favorecido su consumo en diferentes tipos de empleos. En los empleos en los que la actividad es muy grande, la cocaína da la euforia y energía necesaria para afrontar el estrés y el trabajo. En muchas empresas el tema social está muy vinculado con el consumo de cocaína.

Pero la sensación de crecer y de poder no dura demasiado, ya que por desgracia la cocaína termina arrasando con todo, con tu vida profesional, tu vida personal, tus relaciones, tu rendimiento, tu reputación, tu status y con todo lo demás.
La Cocaína produce un efecto rebote, de modo que tras la fase de “subida” , intensa, estimulante y de euforia aparece la fatiga y la distrofia.

Debido a la corta sensación de la cocaína en el organismo, los consumidores precisan de dosis frecuentes para mantener sus efectos. Con el tiempo, los consumidores de cocaína suelen experi­mentar, además de la sensación de euforia, excitabilidad e hiperactividad. Con el tiempo se pueden apreciar ciertos comportamientos estereotipados o repetitivos, tendencia a la violencia y deterioro de la capacidad de juicio.

En el caso del alcohol los efectos son inmunodepresores, esto quiere decir que en vez de alterarnos y provocarnos euforia el alcohol nos deja adormilados. Produce el efecto contrario a la cocaía. El consumo del alcohol es muy común ya que en el mundo laboral se cierran acuerdos y contratos con grandes comilonas consumiendo alcohol.
Cuando consumes drogas para solucionar tus problemas, con el tiempo puede peligrar nuestro trabajo, nuestra salud y nuestro entorno.

Si sientes que el estrés llena tu vida y no puedes controlarlo… Lo mejor es que acudas aun profesional que te oriente en la mejor manera de solucionar tus problemas y tu estrés.

Si crees que tienes un problema con la COCAÍNA o con el ALCOHOL,

nosotros podemos ayudarte a recuperar el ritmo normal de tu vida.

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