¿Te relajas cada día con cannabis o alcohol?
En la actualidad la vida tan agitada que llevamos, el exceso de responsabilidad, las obligaciones que cada vez son más. En general el día a día en muchas ocasiones se nos hace cuesta arriba. Cuando llega el final del día, lo único que necesitamos es un poco de silencio, relax y momentos de paz.
Pero en muchas ocasiones, este estado nos acompaña incluso al llegar a casa y no logramos desconectar y relajarnos. Buscamos algo que nos permita esa paz tan deseada. Es cuando entran en escena ciertos aliados como la marihuana y el alcohol, que prometen acompañarnos todos los días, para hacernos el resto del día mas apacible.
Cuando nos sentamos a leer un libro, cuando preparamos la cena, o simplemente cuando vemos nuestra serie favorita, nos preparamos una copita de vino o una cervecita. Quizá un porrito antes de acostarnos?
Una rutina que para muchos se repite día a día como si se tratase de un ritual. El objetivo de esta rutina no es otra que la de generar una sensación de placer y relax. Se utiliza para lograr un escapismo temporal de esos malestares mentales que no te dejan descansar tu mente de temas comunes de la vida cotidiana.
¿Pero realmente eres un adicto si tienes estas rutinas?
Tanto el cannabis como el alcohol son sustancias altamente tóxicas, aunque las consumas en pocas cantidades, pero si todos los días. Esto significa, que corremos el riesgo, de que con el tiempo necesitemos consumir cada vez más para experimentar el mismo efecto. Es decir, lo que empieza con una cervecita o un porrito, puede convertirse en poco tiempo en dos cervecitas y dos porritos.
En cuanto a sus efectos sobre el organismo, el alcohol y marihuana son dos drogas completamente diferentes. El alcohol funciona como un depresor del sistema nervioso, distorsiona el juicio, ralentiza el cuerpo a nivel físico y entorpece las habilidades motoras. El THC, por su parte, activa ciertos neuro-receptores del cerebro que provocan efectos a nivel cognitivo. Entre ellos están: el déficit de atención, dilación temporal o la paranoia. Consumidos conjuntamente, se potencian las consecuencias de ambas sustancias.
Como ves es mejor que tomes otras alternativas para lograr el estado que necesitas. El ejercicio físico contribuye a mejorar nuestro estado de ánimo y aumenta la sensación de bienestar. Los estudios demuestran que la práctica de ejercicio físico tiene un efecto beneficioso sobre la ansiedad y mejora el estado de ánimo. Los beneficios se aprecian tras una sesión puntual de ejercicio y también con la práctica regular de actividad física.
Anímate !!! Sal de la zona de confort y busca soluciones más naturales a tu estado de ánimo o a tu ansiedad.