¿Existe algo más delicioso que el azúcar? Dicho así quizá no suene muy tentador, pero ¿qué pasa si se habla de zumos nutritivos, exquisitos pasteles, chuches y gominolas? Más de un español se sorprendería al conocer la gran cantidad de alimentos que se consumen a diario y contienen azúcares añadidos aunque no parezca. El azúcar está en todas partes y su ingesta excesiva preocupa hoy a las autoridades sanitarias.
Los problemas del azúcar en la sociedad actual
Llevarse a la boca un dónut no es un acto inofensivo. ¿Por qué? La concentración de azúcar que contiene hace que el cerebro segregue hormonas asociadas a la felicidad y el bienestar. ¿Conclusión? El cuerpo pide más y más azúcar. Justamente, quienes sufren de la adicción al azúcar suelen expresar a sus terapeutas: «siento que necesito un dulce con urgencia«. Por ello, el consumo de azúcar es considerado un «consumo peligroso», como el de una droga. El problema es mayor todavía si se tiene en cuenta que comer no es un delito y que la sustancia adictiva se encuentra hasta en la sopa. Incluso oculto en alimentos infaltables en las típicas dietas para adelgazar.
Esta adicción genera múltiples desórdenes orgánicos y mentales. Algunos síntomas físicos son: diabetes o una predisposición a padecerla, sobrepeso o presencia de caries. Entre las anomalías de tipo psicológico pueden destacarse: los altos niveles de ansiedad y la pérdida de conciencia de que el consumo de azúcar se ha convertido en un problema mayúsculo.
¿Qué hacer para superar la adicción al azúcar?
Además de iniciar una dieta sana complementada con una alta dosis de ejercicio físico diario, se recomienda un tratamiento específico de la adicción al azúcar. Esto es una terapia psicológica y un seguimiento profesional en un centro terapéutico especializado. Un tratamiento interdisciplinario en estos casos podría ser la solución para aprender a controlar los impulsos y no caer más en la tentación.