No es cierto aquello de que quien no atraviesa determinada experiencia es incapaz de comprenderla a fondo. La terapia de grupo demuestra, a las claras, que las venturas y aciertos, o los errores y desventuras de otras personas, pueden servirnos de auténtico aprendizaje y que, por encima de todo, el sufrimiento se alivia y se achica cuando se comparte con otros.
Beneficios de la terapia de grupo
Son múltiples las ventajas de unirse a una terapia grupal. Te comentamos algunas de ellas con el fin de que te liberes de los prejuicios (propios y ajenos) y disfrutes de sus resultados.
— Saber que la propia lucha no es la única. No estás solo. Eso es lo que perciben aquellas personas que se «asoman» a una terapia de grupo. Esta, además, contribuye a generar vínculos de confianza.
— Aprender a pedir y a recibir ayuda. No son pocos los que se sienten omnipotentes ante los problemas que les presenta la vida. No obstante, algunos de ellos no se superan en solitario. La terapia de grupo ayuda a dejar de lado el orgullo, animarse a mostrarse vulnerable y solicitar a otros que echen una mano.
— Abandonar los juicios y prejuicios. Escuchar a otros diciendo cosas distintas pero, a la vez, parecidas libera a los miembros del grupo de la vergüenza que a veces sienten por tener un conflicto (una adicción, por ejemplo) y padecer sus consecuencias.
Como centro de adicciones compuesto por profesionales expertos en la materia y terapeutas, consideramos a la terapia de grupo una herramienta indispensable para lograr la recuperación anhelada. Sin duda, el hecho de compartir con otros la ardua tarea de abandonar un vicio ayuda, y mucho, a aquellos adictos que están encaminándose hacia su propia liberación. ¡Enhorabuena para quienes se animan a la aventura de la terapia grupal!