Claves para evitar la recaída en Navidad
En Navidad nos llegan momentos de compartir en familia, de hacer recuento de nuestros logros, de nuestros objetivos, de nuestros sueños… Pero también en Navidad, podemos sentirnos tristes y melancólicos.
En Navidad, los psicólogos notamos un aumento en los casos de depresión. Uno de los motivos principales es que en Navidad se idealiza la felicidad, las fiestas, los regalos, las reuniones familiares, incluso a nosotros mismos. Nos ponemos una serie de objetivos o metas, las cuales no alcanzamos y por lo tanto nos frustramos. También la pérdida de un ser querido nos trae recuerdos, volvemos a tener vivencias pasadas que nos pueden llevar a sentirnos tristes y desolados. Hay que tener en cuenta, que en estas fechas nos acordamos más de todo y de todos.
La depresión navideña suele producirse en la mayoría de los casos por la nostalgia, la tristeza de lo perdido, el tiempo pasado, nuestros logros conseguidos o frustrados, la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
En Navidad comemos y bebemos de más, compramos de más. Y este contexto es un foco ideal para una recaída. Para las personas que han pasado por una adicción la Navidad es una época para encender la luz de alarma, donde el riesgo de consumir aumenta.
El alcohol, la cocaína o incluso otras adicciones como la adicción por las compras o el sexo, adquieren en Navidad un significado distinto ya que la barrera entre lo normal y lo excesivo se vuelve difusa en estas fechas. Es por lo que es importante que las personas adictas estén más atentas que nunca en Navidad y no se dejen llevar por los excesos que recorre su entorno.
Disfruta de las Navidades en un entorno tranquilo
Es recomendable que disfrutes de las Fiestas en un entorno tranquilo, donde las personas que te rodean sepan tu problema y puedan ayudarte en todo momento. El hecho de que asistir como espectador a un brindis o a un descorche de botellas puede ser fatal para el que está empezando un proceso de recuperación, pero también para el que lleva años abstinente si el consumo de los otros es compulsivo. Por esto mismo es mejor alejarse de las multitudes y las fiestas y recogerse en casa, en un ambiente pausado dónde el alcohol y otras drogas no estén presentes.
En Navidad no todo está permitido
En ocasiones nos da la sensación de que en Navidad podemos hacer de todo. Y esto es totalmente incorrecto. Bebemos, comemos, bailamos y salimos como si no hiciésemos el resto del año. El mensaje de que todo vale es muy peligroso para las personas adictas, que pueden usarlos como excusa perfecta para recaer.
Precaución con las tradiciones
Tradiciones tan normales como quedar a tomar unas cañas, no brindar con agua porque da mala suerte o comulgar con vino son algunas tradiciones muy arraigadas en nuestra cultura. El alcohol se integra en nuestra vida casi sin darnos cuenta, y de forma más acentuada en Navidad, época de excesos en general.
Desde Centro terapéutico Atmosfera, queremos desearte una Feliz Navidad fuera de adicciones y ataduras.